Era
prometerle algo al tiempo haciendo gancho, olor a lavandina en las orejas,
merodear disfrazados la cárcel que nos encierra.
Era
azul, pintura fresca, primer círculo de vicios sanos.
Ser
creativo, inmune a la soledad que llora, a las caries o a las caricias
hipócritas.
Eran
pestañas como acueductos embarrados con rimel, las instrucciones para pedir
permiso, la curva de una sola carretera.
Eran
pelos largos en el sofá, sentir lástima por las liendres, la libertad ambigua
de la vela de un barco o de un barco sin vela.
Un
sismo de seis grados en la escala “Richmond”,
reírse de la goma Eva color manzana, una biblia cromada expulsada de la
escuela.
Eran
las mismas paletas del ventilador de techos, tres monedas de un real y medio,
un canario maníaco - depresivo, azúcar impalpable entre las sábanas.
Era
la fuerza de voluntad para rearmar un rompecabezas, lavar a mano la ropa blanca
cantando “Gloria, Gloria”, la historia macabra que transcurre debajo de la
heladera.
Era
un callejón alumbrado nada más que
por luces de neón, las diferentes texturas de la manteca, el satélite tapando a
la luna, el ansiado motín de las hormigas negras.
Era tan tan claro.... :(
ResponderEliminarmuy bueno flaco! Besos